LOS SIETE DIAS QUE ESTREMECIERON A LA PATAGONIA.

Por Juan Salvador Miranda, @patagoniarebel

Dedicado a la gente del corte de Ruta 9, Corrales y a los que marcharon en Natales.
Puerto Natales en verano se ve invadido por los turistas y visitantes que vienen a conocer o a disfrutar de las Torres del Paine y los diversos atractivos que ofrece la zona, la gente vivía envuelta por la rutina habitual magallánica. Pero este año se respiraba algo diferente en el ambiente, algo grande estaba por venir, el cuadro era el siguiente: el gobierno estaba empecinado en aplicar un alza al gas de 16.8% y eso sería una catástrofe para los bolsillos de los habitantes de la región de Magallanes y especialmente, de los más necesitados.

En Punta Arenas se había creado la Asamblea Ciudadana que rápidamente, se trasladó a Tierra del Fuego y a Puerto Natales -una asociación de muchos entes que encabezaban las juntas de vecinos, sindicatos, pequeños comerciantes, colectiveros, taxistas, camioneros, buzos, pescadores, la CUT, la ANEF,  ecologistas  y vecinos-, la organización abarcaba un amplio espectro de la ciudadanía de Magallanes, ya que el mínimo común denominador para muchos era LA NO ALZA AL GAS. El 11 de enero la Asamblea Ciudadana de Magallanes convocó a un paro indefinido a partir de la medianoche. Esa misma noche, dos mujeres, Claudia Castillo Campos de 19 años y Melisa Silva Ruiz de 23, murieron arrolladas por una camioneta durante las protestas en Punta Arenas, sabíamos que esta medida era la única manera para revertir la mala decisión de subir el gas y además, producto de esas muertes se le dio más vigor a la lucha.

En Puerto Natales, se bloqueó la ruta 9 a la altura de la calle 4 de entrada a huertos familiares y a la ciudad, el otro bloqueo era corrales (el encargado era Raúl Lorca) este quizás, era el más importante, ya que era un punto de control critico ya que unía Natales con el aeropuerto y Torres del Paine. También se realizaron vigilias en varios sectores del cono urbano, el más importante fue el de Hielos Patagónicos, donde cientos de vecinos el segundo día de paro, levantaron barricadas las que luego evolucionaron a vigilias; El tema de las barricadas fue sorprendente, ya que nacieron de forma espontánea por parte de la población, pero contaron con el apoyo de la Asamblea Ciudadana ya que se buscaba alianzas con todos para poder generar más fuerza para la consigna que levantábamos en esos días, era UNIDOS O DOMINADOS

Lo que más me llamó la atención, fue que quienes protestaban con más rabia eran los que habían votado por Piñera. Muchas veces me pidieron disculpas, pero la idea era estar unidos y no generar un debate estéril a esas alturas del partido. La Asamblea Ciudadana tenía tres voceros en Puerto Natales: Telma Bustamante (Presidenta de la Unión Comunal), Rosendo Montiel  y Raúl Toledo (Presidente de los Pescadores), éstos dos últimos, fueron  designados para negociar en Punta Arenas junto a los demás miembros de la Asamblea Ciudadana de la región. También es importante señalar que con el transcurso de los días la Asamblea sumó un nuevo vocero, para eso la CUT propuso a Juan Salvador Miranda, quien fue ratificado en la reunión, ya que las asambleas eran abiertas a toda la comunidad y las elecciones eran a mano alzada con democracia directa y, todos podían opinar sobre el desarrollo de los hechos.

Durante los días de movilización se realizaron en Puerto Natales aproximadamente 12 marchas, barricadas, caravanas automovilísticas, velatones,  vigilias y cerca de 12 eventos culturales (el encargado era José Almonacid). El movimiento que se desarrollaba era incesante a esas alturas, pero lo que más destaco fue la SOLIDARIDAD y las redes de apoyo que fueron naciendo de forma natural. El pueblo se convierte en ayudantes del pueblo, la bandera era una sola y la unidad de diversos actores nos llevarían al triunfo. Además, cabe mencionar que los medios de comunicación locales se cuadraron al movimiento, quizás el que más brilló fue radio Paine transmitiendo durante las 24 horas del día.  Creo que en el ADN de los magallánicos, aún se conserva el espíritu de la “Patagonia Rebelde”, de los mártires de Puerto Bories y los antiguos dirigentes sindicales que ya no están, pero que vivieron durante esos 7 días de paro. En los coretes de rutas se generó un ambiente muy rico y de amplitud, donde convivían camioneros, pescadores, taxistas, colectiveros, amas de casa, trabajadores del campo, salmoneros… toda la fauna austral urbana que se sacrificó por una causa y que jamás, estuvo con la moral baja. La energía que había en esos sitios era increíble, cuento aparte fue para los artistas, gestores culturales y rockeros  quienes entregaron todo lo que ellos sabían hacer para su pueblo. Paralelo a ello, el comercio y las empresas que se plegaron al paro demostraron una actitud de solidaridad y consecuencia destacable.

Quizás en esta nota sintetizo mucho, pero les aseguro que volveré  a escribir sobre nuestra gallarda gente que logró darle vuelta la mano al gobierno y jaqueó a los poderosos con resolución y fuerza. Fueron días en que la bandera negra y la magallánica tenían sentido, días de héroes anónimos, días de sacrificio y de honestidad.

Fuente: www.thepatagon.cl