Nota hecha por: Guillermo Gregorio Muñoz Mieres
El volumen y ritmo en el hablar de Cristian Fourcade explica en parte su tendencia por la música electrónica, porque se da el tiempo de pausas para transmitir que su arte es más que una simple afición. Ha sido un personaje clave en la escena musical de Puerto Natales, en el Rock a través de las bandas de sus familiares y amigos durante los 90; y en la actualidad, con la música electrónica es un compositor talentoso y disciplinado con una trayectoria que solo basta ser escuchada. No ha sido algo fortuito, oriundo de Concepción, de profesión traductor inglés, se creció en una familia donde la música alternativa era parte del ambiente. A Natales llegó a fines de los 80 y desde allí – desde este pequeño Macondo como él le llama- le cuesta mucho despedirse.
¿Fue algo ajeno la música en tus inicios?
En el caso mío no, porque nací en una casa donde ya se escuchaba música alternativa. Yo era chico y tenía 8 años cuando mi tío que estaba en la universidad llegaba con discos de Iron Butterfly, los Rolling Stones en su época psicodélica y también se escuchaba harto rocanrol chileno. Eso mas o menos el año 76 o 77.
Tuviste una tendencia con el rock…
Con los Jaivas también porque en mi casa se escuchaban harto. De hecho, estaban todos los discos. Entonces yo tocaba la batería con unas cajitas y mi tío la guitarra. Para mí Claudio Parra, el tecladista era lo máximo. Y justo tuve la suerte de saludarlo y estrecharle la mano aquí en el Paine. Una amiga me hizo la movida, me dijo mira Los Jaivas están allí detrás y me llevó. Ahí le dije “Maestro Claudio Parra yo solo quiero estrechar su mano” le dije. Todo contento, al resto del grupo ni lo pesqué.
¿Cuándo pasas del rock a lo electrónico???
El 2000. Fue un descubrimiento casual, pero yo venía flirteando hace tiempo porque venía escuchando harto a Depeche Mode y cuando aparecieron Los Electrodomésticos me volaron la tapa. Me volví loco, dije “esta cuestión es regenial”: una música electrónica y un guión hablando de fondo. En realidad tuve un flirt con todo, por ejemplo canté temas de Sui Generis en la universidad, el 85 hice un tema que se llamaba “Viaje en camello” que fue súper popular en el underground y que lo hice con un teclado casi antiguo y grabado en una cinta de una radio cassette. Pero así de largarme a componer seriamente música electrónica yo creo que el 2000 y se los debo a los computadores porque mi trabajo como traductor me pedían usarlos y de repente me dí cuenta que servían para hacer música. De ahí la fascinación fue creciendo más y más a medida que iba descubriendo nuevas posibilidades, nuevos programas y nuevos sonidos.
¿Y donde quedó el Rock?
La verdad es que yo me cansé del rock. Para mí la guitarra, bajo y batería quedó lejos. ¡¡Súper lejos!! Es como lo que les pasó a los músicos de todo el planeta con el rock sinfónico en los años 70, que llega Emerson y Génesis abriendo el espectro de sonidos sensoriales . Los años 70 en Inglaterra fueron años maravillosos de creatividad.
Por lo mismo ¿No crees tú que puede llegar algo nuevo y después te canses de la música electrónica?.
Es que todo termina cansando a la gente, el rock sinfónico cansó y apareció el punk como respuesta. Después al punk lo mató el new wave, y después vino la onda disco.
La cuestión es que yo siempre compuse. Componía con guitarra, con teclados baratos, y grabadoras de cassete. Después cuando descubrí el computador, fue un proceso autodidacta, nunca nadie me enseño nada. Todo me lo enseñé solo y eso es posible. Bueno me fui metiendo y es una historias difícil de explicar, pero la cuestión es que fui conociendo los programas y como se dice “conoce a tu enemigo y lo vencerás . La tecnología se puso al servicio de mi creatividad.
Pero al Rock le debes mucho y de allí también existe un vínculo…
Yo soy reconocido fanático de King Crimson y de Yes. Todos saben que tengo una discografía completa porque son música electrónica y porque soy amigo de los teclados. Ahí tengo que agradecer a Quiquín (cuñado) que me trajo algunas cosas y a Nano Mansilla que fueron amables en facilitarme discos originales que yo no hubiera podido acceder porque mucha gente ni sospecha que están acá esos discos. Después en los 90 descubrí lo que eran los estilos, pero siempre seguí mi idea, simpatizaba con Tangerine Dream, pero nunca me quedé pegado en la electrónica de los 70 y los 80. Siempre quise dar un paso más y saber lo que se estaba haciendo ahora en el mismo momento.
Pero te importa si tus composiciones llegan o no a la gente?
La verdad que me importa harto poco porque esto lo hago por satisfacción personal, un premio artístico que al final es un premio espiritual. Desde el momento que empiezo a componer hay una especie de adrenalina, pero desde que el tema va saliendo, la excitación va creciendo a medida que el tema va tomando forma. Ahora si a ala gente le gusta, si esto se masifica o llego a hacer la banda sonora de una película, yo feliz.
La verdad es que sería el tipo más feliz del mundo si mi música aparece en la banda sonora de una película, pero no me gusta hacer música para hacer bailar a la gente, apenas me hago bailar yo.
Debes impregnarte de harta música electrónica para componer
Escucho música electrónica porque escucharla es como domar la electricidad y cabalgar sobre la electricidad dándole dirección. Ahora siendo más claro, está lleno de texturas, sonidos envolvente, variantes y se pueden hacer verdaderas obras de arte con la música electrónica. Y para distintos propósitos, bailar, pensar, sobrecogerse, asustarse,
Tú tienes hijos adolescentes ¿escuchan lo que haces? ¿te conectas con las nuevas generaciones?
Sí, aquí escuchan lo que hago y otras cosas. Bueno, mi hijo menor esta metido en el hip hop y allíi tenemos un vínculo con la producción musical en computadores. Entonces acá se creó un lenguaje “intradomiciliario” de algo así como “oye, arreglaste la descompresión”- “sí, le puse una relación de 3 a 1”- “oye, descubrí un truco para cuadrar los bits en el froto luxes” y hablamos así, en ese idioma, en el único que se comunica conmigo en mi idioma de producción musical. Mi hijo mayor no, él es guitarrista y saca el repertorio del grupo Yes, rock sinfónico. Eso es lo de él. Y no le gustan mucho los computadores.
¿Cuáles son tus proyectos para este año?
Este año y el pasado me di un año sabático para estudiar armonía y composición con la ayuda de Pato Frías y estoy haciendo pequeños fragmentos de bandas sonoras. Eso es lo que llevo hasta ahora, vamos a ver que nos depara el futuro. Del futuro pienso que voy a seguir haciendo lo mismo porque esto es como respirar y uno es un explorador de sonidos. Seguiré haciendo paisajes sonoros. Y si llego a conocer a alguien que conoce a alguien que me conoce a mí que llego a hacer una banda sonora para alguien, ya sea para un comercial, aunque sea de jabón “Feliz”. Pero en todo eso hay una mezcla de trabajo y suerte.
Yo tuve la suerte de conocer a este gran artista que además se dedica a la pintura y al dibujo. Sus conocimientos son amplios y su inspiración está muy ligada a sus amplias capacidades, ya que es autodidacta, por ende su talento es innato.
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